LA GLORIA DEL SEÑOR SE LABRA CON EL TRIUNFO DE LA VIRTUD EN NUESTROS CORAZONES
¡Feliz tiempo de espera y conversión!
Tiempo de allanar camino, tiempo de cambio.
Dulce tiempo de preparar tu pesebre en mi alma.
De reconocer TU PASO y caminar decidida
por el sendero de LA PALABRA.
Aprendiendo a escuchar... mirándote a los ojos
y respondiendo con compromiso de vida.
Optando por la paz y la justicia, por la caridad y
el consuelo, con el aliento del Espíritu,
la ternura de TU MADRE y TU MANO EN LA MIA,
para no errar camino,
para sentirme fuerte, muy fuerte.
Y ofrecerme al PADRE.
¡Con corazón nuevo y fresco como brote vivo
junto a TU NACIMIENTO!
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