¡Es un salmo el paisaje!
Rezan su trova las acequias,
el arroyo , el manantial...
tan sólo eso
ya abre las prisiones del alma
Recobro mi esencia::
me abarca el silencio
en la contemplación de la obra del Creador.
¡Esplendor de vida!
.¡Palpito distinto!
De brazos abiertos
agradezco al Espíritu
que en suave brisa me acompaña.
En paso sostenido, en rispideces serranas...
La entraña de la tierra convoca
en seducción gentil, camino de roca y cañadones;
flores de fragancia dulzona,
alerces en tierno balanceo
sugieren caricias.
El cielo azul y melón
confabula el ocaso
invita al regreso;
es tiempo lozano,donativo, bendito, glorioso.
¡Son vacaciones del alma!
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